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04 mayo 2021 | 14:03

Noticia:

La urgencia de la sostenibilidad empresarial

Además de estar en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, la sostenibilidad mejora la imagen de la compañía y le otorga una ventaja competitiva frente a las demás en el mercado. Pero para alcanzarla, las empresas necesitan un cambio de mentalidad, ir más allá de la ecuación dividida entre los gastos que representa alterar la firma y la producción continua de esta.

Hace algunas semanas, ProChile dio a conocer una noticia muy positiva para el mundo empresarial: anunció que busca lograr una oferta de exportaciones sostenibles para Chile hacia el año 2021. Para ello, la entidad dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, creó un consejo asesor de sostenibilidad, con representantes del sector público, privado y de la academia de carácter consultivo para validar sus políticas en este sentido. También anunció que avanzará en su posicionamiento internacional, a través de la participación en eventos clave, como la Cumbre COP26.

Su iniciativa es un ejemplo de la urgencia e importancia que ha adquirido la sostenibilidad en la estrategia de desarrollo de los países. Una empresa es sostenible cuando crea valor económico, medioambiental y social a corto y largo plazo. Una firma con características como esas contribuye al aumento en el bienestar y progreso de las generaciones presentes y futuras en el entorno en el que se desenvuelven.

No es en vano que cuando las Naciones Unidas publicaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), establecieron un plan maestro para conseguir un futuro sostenible para todos. Los 17 ODS se interrelacionan entre sí e incorporan los desafíos globales a los que nos enfrentamos día a día, como por ejemplo, garantizar igualdad de oportunidades para las mujeres y modalidades de consumo y producción sostenibles.

Hay una serie de estudios que dan cuenta de la importancia de la sostenibilidad empresarial, tanto para los negocios como para la sociedad. Una encuesta realizada en 2019 por la consultora Natural Marketing Institute y publicado por el portal Environmental Leader a más de 53.000 consumidores en Estados Unidos reveló que el 58% considera la tendencia de sostenibilidad de una organización antes de decidir si comprar o no los productos o servicios que esta ofrece.

En la misma línea, un estudio publicado este año por la consultora de gestión global Bain & Company (con sede en Boston) reveló que la sostenibilidad tiene el poder de impulsar el desempeño de las organizaciones: las empresas emergentes que integran la sostenibilidad a su marca pueden crecer hasta 186 veces la tasa promedio en sus categorías de productos. La investigación también mostró que las marcas establecidas pueden usar la sostenibilidad para reavivar su relevancia: las que lo hacen tienen tasas de crecimiento de cinco a seis veces más altas que las que no lo hacen.

Esos estudios demuestran que la sostenibilidad es un impulsor para el crecimiento de las empresas, mejora la imagen de las compañías y les otorga una ventaja competitiva frente a las demás en el mercado.
Para Tatiana Camps, la investigación y la experiencia han ido derribando los mitos respecto a la sostenibilidad. “Por ejemplo, la sostenibilidad no es cara, de hecho, genera riqueza y desarrollo tecnológico. La Unión Europea ha adoptado la transformación verde como uno de sus ejes de reactivación económica post pandemia. La sostenibilidad depende más de los cambios de hábitos de cada persona que de la transformación de las empresas o los mercados”.

Diversos pensadores como Otto Scharmer y los investigadores del MIT sostienen que, para alcanzar la sostenibilidad, las empresas necesitan un cambio de mentalidad, ir más allá de la ecuación dividida entre los gastos que representa alterar la firma y la producción continua de esta. “La sostenibilidad requiere pensamiento sistémico y orientación a la colaboración, pero estamos acostumbrados a pensar analíticamente y nuestro sistema económico está basado en la competencia. Entonces una vez más, el problema no es económico ni tecnológico, como todos los grandes desafíos nos enfrentamos a un problema cultural, adaptativo o de voluntad”, comenta Tatiana Camps.

Esa es una de las propuestas de la Teoría U, desarrollada por el investigador del MIT, y que es impartida por las profesionales Tatiana Camps, Claudia Arratia y Odette Inostroza. Esta invita a pensar un cambio cultural y a liderar desde el futuro emergente, soltando paradigmas y abriéndose a actuar de otro modo.